"desde hace tres años he dejado de decir malas palabras, porque se ha comprobado que el vocabulario soez contribuye a la depresión, al dolor de uñas y al cáncer; que finalmente mi mujer, mis hijos y yo hemos aprendido a hablar, y por tanto somos una familia sana y feliz que no necesita la vulgaridad. Y que, por último, califico a los improperios de plaga que azota al mundo abocándolo a su irremediable polarización entre hombres que saben hablar y pseudo animales que balbucean... #yoaprendiahablar #mentelimpiabocalimpia #masalladelbienydelmal #eldalailamaestaenpañales #sinirvanaesunestadoyollegueasucapital #nomeodiesyaprendeahablar , etc..."
Ud. piensa que me he convertido en un absoluto y arrogante imbécil y siente ganas de meter su mano en la pantalla y alcanzar mi pescuezo virtual para retorcerlo hasta que, casi a punto de morir, yo le dedique mis últimas maldiciones... Me parecería sólo normal... Si ese párrafo en cambio no lo hace sentirse asi, puede ud. seguir posteando su prédica sobre el #cleanfood, #healthyeating, #organicheaven, #greendining #whitepoison #sweetmenace, etc.
Lamento decirle que por mucho que Ud. odie las grasas poli-saturadas, todo su"saber vivir" me tiene frito, o si prefiere "tempurizado". No diré que me pone de "mala leche" por no sonar redundante ante quien todo lácteo es malo, pero quizás si me permita decir en cambio que me tiene podrido como el yoghurt..." Repleto de bifidus activus"
Si le parece que me lo estoy tomando muy a la tremenda, perdóneme, quizás tenga Ud. razón, pero también puede que entre tanto vegetal no se haya percatado, que a los de carne y hueso nos esta ofendiendo. Como sé que esto no es lo que buscaba, y que por el contrario lo que pretende es compartir su saludable bienestar para mostrarnos el camino hacia nuestra redención alimentaria, me voy a calmar un poco para intentar explicárselo así, con peras y manzanas, como a Ud. seguro le gusta. Verá que no es tan complicado.
Para comenzar, le exhorto a reflexionar sobre los adjetivos que ha escogido para bautizar su dieta y a que seguidamente me acompañe en un desvio intencionado pero momentáneo del tema: Cuando los móviles salieron al mercado se les llamó así por que lo son. Éstos teléfonos se mueven con nosotros y los que no lo hacen, por el contrario, no es sólo que no sean móviles, sino que son lo opuesto: son fijos. Por poner otro ejemplo le diré que pasa tres cuartos de lo mismo con el transporte: es público cuando lo compartimos y es del estado; Y cuando no, no es que sea menos público, es que directamente es lo contrario: privado.
De la misma forma , el hecho de que la comida que yo he decidido comer sea distinta a la que Ud. llama "clean" pareciera implicar , no simplemente que sea menos "clean", sino que es directamente lo opuesto: sucia; Y los que la comemos, por tanto: unos puercos con pasión por la mugre y la basura como el Ecoloco*. Por su parte, la comida orgánica sería la que se parece a la que Ud. come, mientras que la mía, por el contrario debería ser entonces, no sólo menos orgánica, sino completamente inorgánica, sintética, atómica y radioactiva; mi panza: el lago de "springfield"
Como se ve, no es moco de pavo orgánico bajo en grasa y en sal; y aunque puedo vivir con eso (no se me preocupe) me cuesta más soportar la idea de que vaya Ud. por la vida, inadvertidamente, insultando a la gente mientras piensa que nos hace un favor. Créame, casi todos sabemos que la alimentación influye en nuestra salud, pero pienso que los gorditos, los diabéticos y los hipertensos (que ingieren comida que pasa todos los controles higiénicos de sanidad) sufren ya bastante estigma e incomodidad, como para que injustamente encima los llamemos guarros. Cuando sienta de nuevo la imperiosa necesidad de compartir sus hábitos alimenticios, recuerde que si bien somos lo que comemos, no somos lo que no.
* Ecoloco: El villano Numero uno del programa "Odisea Burbujas" que vivia causandoles problemas al medio ambiente para contaminarlo y convertirlo en un basurero .
https://www.youtube.com/watch?v=ZjjzO6nmJII
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