La Edad del Pavo Real?


El de la foto es un pavo, y éste que estoy tocando es un pavo real no real, pues no tiene esas plumas tan bonitas. El de Farmville es un pavo real virtual, y si con el móvil pudiese ponerlo a caminar, por ejemplo, sobre la alfombra de mi salón, sería entonces un pavo real "aumentado".

La “realidad aumentada” es hoy en día una realidad, aunque ésta sea realmente irreal (virtual) y la afirmación, por tanto, un tanto surreal.  Vivimos, qué duda cabe ya, en un mundo en el que “aumentado” no es sinónimo de “más”, sino de artificio sobre un fondo "verdadero". Para llegar a esta conclusión no hacía falta, sin embargo, la aparición del susodicho videojuego pues ya los aumentos mamarios, los aumentos salariales en tiempos de inflación y los de “megas reales de descarga” por sólo 4,99 + IVA nos habían enseñado de sobra a desconfiar. Parece que toda realidad aumentada viene siempre con letra pequeña (intencionalmente "reducida”) mientras que por atrofia terminal de la imaginación, la realidad real también disminuye o va perdiendo color. “Ceci n´est pas une pipe” decía Magritte, sin saber que redactaba el "aviso legal" de casi todo lo que hoy en día nos entra por los ojos; García Márquez se veía obligado a inventarse el realismo mágico, mientras Bukowsky prefería ensuciarlo(1). Parece que a todos se nos quedó muy corta la realidad y con ella todos los realismos, incluidos el realmadridismo y la casa real. 

 A Javier Abella por su parte tampoco parece bastarle. Se ha convertido en un fotógrafo raro, que no captura la luz sino su ausencia y por tanto, amplia negativos en donde todo lo que vemos no es lo que parece sino exactamente lo opuesto: en sus fotos lo aparentemente cercano está más bien lejos, lo cóncavo es realmente convexo y lo hueco, en el espacio original fotografiado estaría  sin embargo lleno. Con  tal de no llamarle “fotógrafo invertido”, me inventé el título de “foscógrafo” para referirme a su oficio. Él por su parte se ha inventado el de “Otras Realidades” para referirse a su obra. Delante de una de sus fotos tenemos dos opciones: disfrutarla tal cual, como abstracción figurativa, o tratar de descifrar el paisaje real subyacente invirtiendo enteramente la funcionalidad de todo nuestro aparato perceptivo en lo tocante a la luz. Personalmente intento ambas vías y disfruto el doble, aunque he de decir honestamente que me cuando en realidad me lo paso "pipe" es cuando cierro los ojos y pienso la intrínseca antinomia que representan sus imágenes, regodeándome en el forzoso ejercicio de positivado que el autor nos impone mediante su aparente y posado “negativismo”. Para reconocer al sujeto, sus fotos nos obligan a leer lo negativo como positivo, y en ello nos arrastran a regañadientes hacia un "optimismo visual" y metafórico. Las “otras realidades” de Javier hacen lo que la realidad aumentada, si! pero al revés: En vez de llamar mayor a lo falso, nos hace descubrir lo blanco en el negro o la luz y el color en la oscuridad… y para esto hemos de esforzarnos y tirar de imaginación. No es bonito?

Una vez recargado el optimismo, vuelvo sobre Pokemon para aplicarle un poco de “filosofía Abella” al asunto y mirar su lado positivo. Y si!. Si todos acordásemos entender “el aumento” como su opuesto real (disminución); si pudiésemos asumir siempre lo virtual como mero sucedáneo de lo realmente vivo, y si la realidad aumentada cumpliese esta función de recordatorio permanente sobre la superioridad absoluta de su contrapartida; a saber, la "realidad total" que está delante y detrás de todas las pantallas, pero que lejos de excluir, comprende y admite a la aumentada y la virtual, entonces me apunto, gustoso y sin remilgos, al “aumento realista” así sea como ejercicio nostálgico. Si por cada partida, nos obligásemos al mismo tiempo a re-imaginar nuevas manera de jugar en el mundo real, pues bien habría valido la pena. De qué año es el edificio aquel donde está la Poke-parada? qué demonios se hace ahí? O incluso y porqué no? tu que estas ahí intentando atrapar a mismo bicho que yo, cómo te llamas? Vamos juntos hasta la próxima?...  Vale! está bien!.. quizás lo último sea ya demasiado y el asunto corra el riesgo de convertirse en un Poke-tinder,  pero a que a más de uno no le vendría exactamente mal?

Hace algunas semanas hablando con Javier de otros temas igualmente reales, se la puse demasiado “a huevo” y en plan coña me soltó el previsible chiste adolescente sobre el tamaño de “su realidad aumentada”… me hizo pensar en que así como hubo edad de piedra, edad de cobre y edad media, la nuestra podría perfectamente ser bautizada en el futuro más bien como la Edad del Pavo,  aunque no exactamente del Pavo "real". 




(1) de realismo sucio 
Tendencia de la narrativa estadounidense, surgida en la década de los setenta y ochenta, que se caracteriza por una descripción de los ambientes urbanos sin escatimar los aspectos humanos más sórdidos.


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