Poca gracia hacen, en este contexto, la inteligente ironía y el humor por fuerza negro. Poco sentido tiene a mi juicio ponernos a discutir la relevancia mediática o empatía pública que suscita la muerte siempre injusta en función a su proximidad geográfica, su cuantía, o nacionalidad. Poco consuelo ofrecen a los afligidos las fotografías tricolor de aquel viaje a París (aunque esto me preocupa bien poco); y poco entendimiento se desprende de los "análisis" que nos apresuramos a lanzar en nuestra faceta ridícula de súbitos politólogos internacionalistas de red social.
Como ven, encuentro todo "poco": Poco responsable y realista la postura del "all you need Is love", tan irresponsable y absurda como la del "plomo parejo", "pa fuera todo Dios", y "que se maten esos allá entre ellos". Quien otorga al islam entero la autoría exclusiva del terror, conoce muy poco: no solo sabe poco de Daesh/Isis sino de todo lo que siendo islámico, árabe u oriental no es Isis, que no es poco. Sabe poco, también o tampoco, del terrorismo secular, político o religioso de otro credo, y si lo sabe prefiere pensar poco. Tememos y hablamos mucho, sabemos nada, pesamos poco, y eso quién quita, un poco, esté relacionado con todo esto desde el inicio. Yo tampoco sé mucho, o también sé muy poco, pero quizás precisamente por esto, ni por poco, me atrevo a ventilar opiniones que sugieran que me acerco a entender qué daría solución a este asunto, ni de una vez por todas, ni poco a poco.
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